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Cuestión de tamaño No sabemos comprar sujetadores. O, al menos, la inmensa mayoría de las mujeres no acierta totalmente con el mode- lo adecuado para su pecho. Esto no sólo afecta al aspecto del escote sino que puede provocar roces, rojeces e incluso problemas de espalda. Además, un buen sujetador tiene que recoger toda la mama y evitar que se mueva. Hay dos me- didas principales: el contorno, que se mide en centímetros alrededor del tórax y por debajo del pecho, sin apretar ni dejando la cinta métrica demasiado holgada, y la copa, es decir, lo que sobresale del cuerpo, que se toma pasando la cinta alrededor de los senos a la altura del pezón y que se indica con letras. A CADA ESCOTE, SU SUJETADOR Acertar con el sujetador perfecto es fundamental según la ropa que vayamos a ponernos en cada momento: para hacer deporte, en el día a día, para algún evento especial... No sólo para asegurarnos de que el pecho esté adecuadamente sujeto sino para sentirnos cómodas, guapas y seguras con el modelo que hayamos elegido. Soluciones: modelos multifunción con tirantes de quita y pon para los escotes asimétricos; invisibles, para las espaldas totalmente descubiertas o si la prenda es muy ajustada o con tirantes en X para escotes cruzados en la espalda. Cinco minutos de prevención. Algo tan sencillo como dedicarnos regularmente cinco minutos a examinar el estado de nuestro pecho puede ser vital para detectar a tiempo un posi- ble cáncer de mama. Cualquier mo- mento puede ser bueno para hacerlo, pero los expertos recomiendan una semana después del comienzo de la menstruación. El ritual es de lo más sen- cillo. Desnuda frente al espejo, con los brazos caídos, observa si su tamaño, forma y color es el de siempre. A con- tinuación, levanta los brazos y examina si los dos se mueven de la misma forma y presta atención para ver si hay algún bul- to, rojez, colores extraños o el pezón tiene una forma diferente. Presiónalo ligeramente para asegurarte de que no sale ningún líquido de él. El siguiente paso consiste en explorar cada mama desde la clavícula hasta la parte supe- rior del abdomen, las axilas y el escote. Para ello, estira los dedos de la mano opuesta al pecho de que se trate y ve moviéndolos en círculos por toda la su- perficie a la vez que presionas suave- mente para asegurarte de que llegas al tejido mamario. Por último, repite la misma exploración pero en este caso mientras estás tumbada. LOOK YOUR STYLE | SEPTIEMBRE 2022 85